Los educadores tenemos que ser muy acertados en educar con valores y principios morales. Los estudiantes tienen que entender nuestro rol y entender que para educar hay que corregir, hay que poner límites hay que decir NO y hay que aplicar consecuencias si es necesario.
Nosotros estamos para guiarlos por el camino del bien, pero sin permitirles todo, estamos para guiarlos, enseñándoles a tener tolerancia a la frustración, enfrentando las dificultades con disciplina y constancia.
Educar hoy no puede ser crear un libertinaje en los jóvenes, hay que poner límites claros y educar con amor, pero exigiendo.
No hay peor daño que educar sin exigencia, no hay peor daño que permitir a los estudiantes que hagan lo que quieran. No hay peor daño que acostumbremos a los jóvenes a que nada cuesta dándoles todo lo material omitiendo los valores.
A los estudiantes en Retos los educamos con amor y mejoran su autoestima, su confianza en si mismos y sus hábitos de estudio.
Hay que desarrollar en ellos carácter y que aprendan a discernir entre lo que les conviene y lo que no. A rechazar los vicios, la superficialidad y el mal manejo de aparatos electrónicos y que empiecen a construir su proyecto de vida, su futuro profesional sin dejar de lado los valores.