Hoy en día , educar no es nada fácil. Tenemos que ser conscientes que la mala interpretación del verdadero significado del libre derecho de la personalidad nos ha hecho mucho daño a la sociedad, especialmente a Padres y educadores. Los jóvenes confunden libertad con libertinaje. Desobedecer y hacer lo que se le da la gana no es ser libres. No hay respeto por la autoridad. Tenemos carencia de consecuencias y de límites. En conclusión, hace falta claridad en la aplicabilidad de una disciplina con amor pero que realmente sea DISCIPLINA. Poner límites es Educar la voluntad, la emoción y el impulso.
Esto sumado a una carencia de valores y la falta de espiritualidad hace que se pierda la conexión por el vivir sanamente y construir un proyecto verdadero de vida. La familia ha perdido funcionalidad, coordinación y respeto entre sí. No hay equilibrio entre los Padres para educar y decir NO cuando toca, cuesta, la culpa no nos deja educar sabiamente en muchas ocasiones, la falta de carácter y el mal ejemplo menos.
Hoy en día nos gobierna el mal uso de la tecnología, el consumismo/materialismo nos sube el autoestima pero solo momentáneamente, lo vemos como una solución a nuestros problemas pero es solo un distractor. No sabemos convivir con los demás pero como no, si nos cuesta convivir con nosotros mismos, solo sabemos perdernos en un chat. La competencia no es por el ser, sino por el tener. Nos sentimos mejor solo por tener. Actuamos superficialmente. No tenemos claras las prioridades. Nos irrespetamos entre todos. Incumplir y no contestar es un acto ya normal. Los malos modales, lo fácil, la superficialidad y la pereza nos gana. Pero impresiona que para criticar a los políticos si estamos de primeros, pero, cómo estamos actuando en el día a día, como esta la autocrítica de nuestros actos?
La juventud hoy habla de “mi chofer”, de “mi casa”, de “mi IPhone”. Pero… ¿Cuánto de eso es de ellos realmente? Qué han construido ellos mismos? Ojo, les estamos dando un mal concepto del tener. El peor daño que se le puede hacer a un hijo es verlo débil e incapaz y acostumbrarlo a lo fácil, hay que exigirle y corregirle desde la dificultad y sacar todo el potencial que tienen.
Queridos lectores, necesitamos educar con amor pero con amor verdadero, el amor bien entendido, es formativo e incluye disciplina. Quien te corrige es quien te quiere, quien te permite hacer todo, te hace daño, porque te muestra un mundo irreal y te hace sufrir. Educar no es quitarle los problemas a los hijos, educar es enseñar a manejarlos, a enfrentarlos. A tener tolerancia a la frustración, a ser resiliente y a saber adaptarse al medio por más difícil que sea. La vida viene con problemas, gana quien aprende a resolverlos y los resuelve. Triunfa, quien se forma más, quien es equilibrado e integral.
Pongamos primero el SER, que el hacer y el tener, recuperemos el temor a Dios y la espiritualidad. Decir NO puede ser un gran SI a una vida sana. Aprendamos a hacerlo con los hijos. Si no nos gusta prestar nuestro carro tampoco prestemos a nuestros hijos. Asumamos nuestro rol de padres.