EL SER ES LA ESENCIA DE QUIENES SOMOS

El ser es la esencia de quienes somos, pero nosotros la transformamos y la definimos, la personalidad que se va forjando que se va formando, la va definiendo. Es importante como nacemos, lo que heredamos, pero también este ser, se conforma de las aptitudes y actitudes que tenemos en nuestro diario vivir. Somos de costumbres y si nos acostumbramos a ser perezosos lo logramos, si nos acostumbramos a ser rebeldes siempre lo logramos, pero si nos acostumbramos a ser felices pese a las circunstancias también lo logramos.

Si nos queremos más y superamos lo maligno tendremos siempre un status emocional equilibrado pese a las dificultades.

Necesitamos entender que nosotros somos los que opacamos nuestro ser, somos nosotros mismos quienes permitimos o que se destruya o así mismo que se construya. El ser es esencia, pero la suma de las actitudes y aptitudes lo definen lo complementan, uno escoge.

Haciendo cosas que me enriquezcan, que me beneficien, creyendo en vencer miedos, asumiendo retos, no poniéndose limitaciones, no solo buscando lo fácil, no solo quedándose en la zona de confort y en la facilidad siempre sino exigiéndose cada vez más. También reconociendo sus debilidades y aceptándolas, pero también mejorándolas.

Dejando la envidia y la crítica. Dejar de vivir en quejadera siempre y estar pendiente siempre de lo que hacen los demás para poder hablar o justificar.

El ser lo transformamos nosotros mismos. Somos quienes somos, somos como actuamos como decidimos como pensamos. Hay que revisar que hay que corregir y que hay que mejorar, que tenemos que potencializar.

Ser no es actuar para buscar aprobación ser es saber escoger entre lo correcto y lo malo, ser vicioso, malo, villano, payaso, envidioso y egoísta, lo define cada uno. Ser bueno, responsable, cumplido, respetuoso, buen amigo, generoso, entre otros, uno decide que es y para que esta. Quien le gusta ser payaso todo el tiempo se está limitando a no creer en que puede dar más y ser mejor.  Esta escogiendo esta actitud llenando su ser de facilismo y de la búsqueda de la aceptación de los demás.

Una cosa es actuar con sentido común, respeto a la convivencia y respeto hacia los demás y otra cosa es vivir de lo que digan los demás y actuar como los demás piensan perdiendo el carácter y la personalidad.

No se limiten, ustedes pueden, no siempre el hecho de que no seamos el mejor no quiere decir que no lo podamos hacer. Llenemos el ser de exigencia, de triunfos y logros asumiendo retos y compitiendo con uno mismo sin opacar a nadie sino venciendo sus propios miedos sus propias limitaciones.

Vence en tu vida y en retos tu propia disputa, competencia más grande no hay, cree en ti logra metas y cumbres, tus destrezas y retos veras.

Felipe Rodríguez A.

Rector